Las fobias de los reyes

Dejemos a los reyes con sus filias y sus fobias. Los micromachismos son como las nubes y sus formas, tu podrías ver un gato y yo un elefante, es la mirada. No trates de explicarle a ellos que eso es purito machismo, de eso nada, y ahora mucho menos que ya ni hay modas, ni modos, ni nada que se le pareza. Pues eso, que el rey y su nobleza se sigan maquillando con sus barnices.

Nosotras somos nosotras, las reinas, las princesas, las brujas, las meigas, las magas y hechiceras. Las chicas de oro, nosotras somos las que importamos, las que marcamos tendencias sociales, culturales,teatrales,narrativas, asociativas, innovadoras, ensayísticas, cinematográficas, educativas, emocionales, desequilibradas o forofas.  Donde haya una buena actriz que sea capaz de creerse Nerón, Calígula, Otelo o el príncipe de Dinamarca, que se quiten todos. 
-Si ya tenemos los embriones congelados, si nuestros besos y caricias femeninas están en lo alto de las preferencias: 
-¿Para qué diablos les queremos entre nosotras... ? 
.Que se jodan tía, que se vayan al infierno. Ojalá se los lleve un temporal desde los acantilados más altos de Europa, que están aquí al lado.  ¿ Vale ya  o sigo ?

La amiga se reía sin sacarle el ojo al camarero que no paraba de encerar la mesa de al lado y con la mano libre indicarle al de la barra que la clienta que hablaba, sin temor a que la esuchasen, estaba gagá o algo semejante.

Vero, que tenía nombre de tienda, escuchaba a su amiga entre divertida y preocupada, sabía que era una mujer que se reía tanto de si misma como de los demás, que no se tomaba la vida nada en serio, “que se estaba muy calentita viéndolas pasar”. No veía una película que no fuese una comedia, no escuchaba un disco que no fuese salsero y no leía un libro que no la dejase dormir.

-Tu podrías ser una de esas actrices, le dijo  la amiga, tu eres capaz de ponerte el manto del rey y enfundarles a eses las espadas. Los machistas de verdad, los que siempre aparentan estar al lado de, los que nunca jamás se salen de sus casillas, los que disimulan su mala baba y utilizan a las tías para meterse con otras, esos son los peores, poco importa que se crean reyes o súbditos. 

-Los mejores son los puteros, contestó, los que van visibilizando los billetes que acumulan en en la cartera o mejor en los bolsillos, misóginos hasta la médula y con la lengua tan delgada como la de una serpiente. Mírale, el mismo camarero, hoy llegará a casa y le dirá a su mujer que ha tenido en la cafetería a una loca que quiere llevarse por delante a todos los hombres y la tía, que no habrá leído el periódico pero es de las nuestras, le pondrá la sartén como sombrero  y................... 









                                       

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