El hakeo del móvil
Lo
mejor para que no te espíen por el móvil es DESHACERTE del smartphone y
volver al sencillo sin conexión ni mensajería. No es una garantía, es protección de datos. Tener un ordenador sin conexión tampoco garantiza pero ayuda a proteger tus archivos, es necesario no olvidar que las señales electromagnética se emiten incluso con la
batería fuera del aparato. Si
guardas los números de tus tarjetas, los de otras claves con las
que conectarte a cuentas en la red, toda tu ingormación es susceptible de ser robada por los tecnólogos que se dedican a este
tipo de cosas.
Pasarse
a un teléfono móvil clásico y sin conexión a la red puede dificultarle
las cosas a los espías y protegernos pero se debe ser consciente de que un teléfono
apagado o desconectado de Internet no está libre de ser hackeado.
Según algunas fuentes de la propia red, diversas técnicas
desarrolladas desde los años 50 –‘eavesdropping’ o ‘phreacking’-,
interceptan las ondas
electromagnéticas que
produce cualquier dispositivo electrónico.
Los ‘ataques TEMPEST’ no dejan rastro y se pueden realizar a distancia y sin conexión a Internet, lo que los convierte en el mayor peligro hasta ahora para la seguridad de la información. De hecho, se cuenta que Edward Snowden, consciente del riesgo de que su móvil fuera interceptado, pidió a sus abogados antes de una reunión en Hong Kong que introdujesen el móvil en la nevera que, teóricamente, funcionaría como una ‘jaula de Faraday’, el principio sobre el que se basa la ‘protección TEMPEST’.
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